Entrevista a los jueces

Que un alumno estudiante de derecho, conozca a un Juez, desde la perspectiva del aprendizaje, es una experiencia que debería aprovecharla. La intención docente es que los alumnos a medida que estudian el derecho procesal penal, uno de cuyos temas es lo relacionado con la actividad que cumplen los jueces en los sistemas penales, es que tomen contacto con la realidad en las que les tocará actuar el día que obtengan su título. Así como el estudiante de medicina debe concurrir al hospital, ver enfermos, observar cómo actúan otros médicos, los de derecho deben ir al tribunal, asistir a las audiencias, analizar lo que en ellas pasa. Conocer de cerca a un Juez, a un Fiscal, y a los defensores, no debe ocurrir cuando se es abogado, sino mucho antes, ahora, cuando la mirada de estudiante todavía tiene la especial ingenuidad que le permita asombrarse por lo que le toca vivir. En general los estudiantes se entusiasman con estas prácticas y si bien les lleva mucho tiempo y no poco esfuerzo, finalmente agradecen la oportunidad que tuvieron y a la hora de producir su informe demuestran lo interesante de las entrevistas, lo que aprendieron en las audiencias, las preguntas que ahora se hacen, las nuevas inquietudes y las ganas de saber más sobre lo que ocurre en el mundo de tribunales. Esta semana están presentando sus informes respecto de las entrevistas que lograron con algunos jueces de nuestra ciudad o de otras cercanas. Llama la atención las preguntas muchas veces teóricas y seguramente sorpresivas para algún Magistrado que no la esperaba, lo que supone que los alumnos piensan que los jueces las deben poder responder con facilidad, y no siempre es así. Los jueces son abogados puestos a resolver problemas, y salvo aquellos que se dedican también a la docencia, no están familiarizados con los sistemas teóricos. No los ven desde que dejaron la Facultad y seguramente se han olvidado de muchos conceptos que no necesitan utilizar en sus diarias ocupaciones. No importa. Todo es válido. Incluida la pregunta teórica que no tendrían porqué responder. Sin embargo es muy raro que un Juez eluda la respuesta, la va a contestar como sea, pero jamás reconocerá que no está en condiciones, salvo por supuesto honrosas excepciones de los que son sinceros en sus entrevistas.  El punto es que los estudiantes pudieron hablar con un juez, tuvieron su tiempo por poco que fuera, para preguntar y para escuchar. Incluso para comprobar que en general todos están preocupados por los medios de comunicación, por la imagen que transmiten a la sociedad, y también por los reclamos que vienen desde ella. Ello aunque algunos se muestren impermeables a lo que pueda escribir un periodista o mostrar la televisión. Es lógico que frente a un estudiante, pretendan mostrar el ideal del juez independiente. Aunque algunos menos hábiles a la hora de construir su propia imagen, confesaron que muchas veces no aplican el código procesal penal al momento de dejar en prisión a ciertas personas, ya que pareciera que el clamor popular así lo exige. Pero el sentido de las entrevistas no es evaluar a los jueces, lo que por supuesto podemos hacer a diario en nuestra profesión, sino permitirle a los estudiantes tomar contacto con el ser humano que le toca oficiar de Magistrado, colocarse en ese lugar tan especial de tercero, para desde allí aplicar la ley resolviendo los conflictos que las partes le lleven en las audiencias. Ese es el objetivo docente y aunque sea en una mínima expresión, seguramente algo se debe haber logrado.

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